sábado, 23 de febrero de 2008

Con lo que me joden a mí los listos...

Mira, que la gente ondante y moliente de la calle lo llame así, pasa, pero usted, Sñor. Rajoy... ¡NO SE LLAMAN "GUARDERÍAS"!, hable con un mínimo de propiedad, y si de verdad le importa algo la educación de este país, (ya que habla de ella tanto en sus mítines) sepa que se llaman "Centros de Educación Infantil", que para "guardar" a los niños no se hacen 3 años de carrera.

sábado, 16 de febrero de 2008

El sol, el mar y yo

Creo que me voy a dar un baño. Bueno, mejor, me voy a dar la vuelta y cuando tenga la espalda también empapada en gotitas de sudor, voy a ver cómo está el agua. La verdad es que se está tan agustito aquí al sol...¡qué pereza! Voy a seguir jugando un poquito con los pies entre la arena y me levanto.


Esta brisa, este cantineo de las olas...no aguanto más, voy a darme un chapuzón. ¡Qué gozada!, todo el mar para mí, sin turistas, sin botellas flotando, sin manchas de cremas ni aceites emborronando el agua, no hay ruidos de paletas, ni castillos de arena...allí voy. ¿Entro a poquitos o me tiro a bomba? Mejor poquito a poco, qu en febrero ya se sabe... ¡está fría!, como a mí me gusta. está tan fría que mis pies se están empezando a ponerse moraditos, uffffffff ¡qué escalofrios! tengo la piel de gallina, voy a meterme un poquito más deprisa, es solo hasta que pasa la barriguita, luego ya, coser y cantar.






No lo puedo creer, que esta espléndida inmensidad de agua salada sea toda para mí, después de bucear me duele un poco la cabeza, miles de cuchillos golpean mi piel, pero me siento tan afortunada de estar aquí sola, que voy a nadar otro ratito más. Voy a ver si llego hasta allí, hasta donde el mar pasa de azul a verde. Aquí sí que es imposible que me vea nadie, me voy a dar el gustazo y me voy a quitar el bañador, nada mejor como nadar desnuda total, la única testigo de esto soy yo, el mar y el sol.




Ya me queda poco para llegar a la orilla, qué cansada estoy, voy a hacer un ratito "el muerto" y así cojo fuerzas para llegar. Mi solito, me da en mi media cara, la otra mitad aguanta el frío del agua y escucha el fondo del mar y de las olas que rompen cerca de la orilla. Me voy a salir ya.






Que templadita está la arena y que finita, paso de la toalla, me voy a tumbar en la arena y así entro en calor, que como diría un buen amigo mío, "tengo los pezones para un rasca y gana".




¡Qué tranquilidad, el agua de mi ombligo empieza a rodar cadera abajo, las gotitas empiezan a evaporarse y siento la sal chisporroteando en mi pecho, quisiera quedarme aquí siempre. Ya estoy seca, voy a abrir poco a poco los ojos, para que el sol de invierno me deje ver mi mediterráneo. No lo puedo evitar, me voy a dar otro baño.


domingo, 3 de febrero de 2008

Ondas

Una inquietud constante, el no saber, el no poder hacer, no poder mirar, ni decir, ni pensar.


No poder dar respuestas a preguntas, empujar fuerte y con las dos manos a tus sueños para que no salgan y no te dejen después el mal sabor de boca de la incertidumbre.


Quisiera que fuera ya mañana o pasado mañana o algún día y que los charcos de la calle que ahora ondean por las gotas de lluvia, estén ya en calma.