domingo, 27 de septiembre de 2009

Esperándote


El champú boca abajo.

La ropa del viernes.

El polvo del televisor.



El olor de la despensa.

La galleta de la vergüenza.

El cristal en el sillón.



El viento de la ventana.

La comida congelada.

El libro de Van Gogh.



El reflejo de un espejo.

La pasta de dientes.

El tic tac del reloj.



Y yo.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Empieza mi nueva vida sin cocina

Me levanto por la mañana, con los ojos pegados.

Dando tumbos por el pasillo, voy a la entradita, donde tengo el frigorífico. Cojo leche fría y voy a la despensa a por un vaso.

A tientas, avanzo por el pasillo hasta la habitación del fondo, donde residen mi cafetera y el microondas, caliento la leche y espero allí de pie observando las viejas estanterías del ikea.

Vuelvo por el pasillo hasta mi salón, me tomo mi nesquik calentito viendo "sensación de vivir".

Tras degustar mis ricas magdalenas con trocitos de chocolate del mercadona, voy derecha al baño de invitados a fregar mi vaso y mi cuchara. Allí están escurriendo sobre una toalla en el bidé.

martes, 15 de septiembre de 2009

Mi Desván

El domingo pasado estuve en Serrejón, (pueblo natal de mi abuela), para acudir al espectáculo "El vuelo del paquidermo". Al frente del mismo: José, Jorge y Miguel, columna vertebral de "El desván del Duende". Cuando terminó y aún en mi cara se podía ver reflejada una sonrisa de satisfacción, me encontré con Fran, un antiguo compañero de colegio que hacía años que no veía. Él, fanático del desván, había acudido a ver "el paquidermo" para encontrarse con los de grupo y me preguntó que qué hacía yo por allí, por aquéllos pueblos. Le contesté que ellos eran mis amigos y habíamos ido (como diría José) a echar el rato. ¿Cuánto tiempo hace que les conoces?, preguntó, y me paré a pensar... vinieron a mi cabeza montones de recuerdos, pueblos, viajes en coche, conciertos, miradas, confesiones cómplices, unas copas en un bar, frío en las puertas de los garitos esperándoles a que terminen de firmar a sus incondicionales, una sorpresa en la plaza de Cáceres, un improvisado concierto entre bambalinas, una web, una canción especial, un escalofrío, lágrimas de emoción, mi boda... 5 años.

Ayer se sumó un recuerdo más, la firma de su segundo disco "Increíble pero cierto", lógicamente no pude faltar, allí estuve, compartiendo con ellos su ilusión, su momento, viviendo con ellos su alegría.

Hay muchas personas esperando descubrir su música, pero no lo saben; hay miles de personas esperando soñar con sus melodías, pero no les han llegado; hay millones de personas esperando sentirse protagonistas de sus letras, pero no las han escuchado.

Me siento una privilegiada por tener este disco, por escucharlo cada día en el coche, por dejarme llevar entre sus notas, porque me hace VOLAR.

Ojalá la distribución del disco vaya bien y este sentimiento desvanero se extienda cada vez a más gente, porque se lo merecen, porque son unos artistas y porque les quiero.

¡ENHORABUENA CHICOS!