viernes, 1 de abril de 2011

En tus manos


Benditas sean tus manos que acarician mi nuca antes de dormir.

Manos de pianista, medianas de dedos finos y uñas bien cortadas.

Me ayudan a cruzar charcos imposibles, me hablan en la distancia.


Benditas sean tus manos que acarician mi barriga antes de dormir.

Sienten los golpes de mi útero, calman mi desvelo.

Se apoyan en mi muslo mientras conduces, se hunden en mi espalda cansada.


Tan perfectas que adivinan siempre lo que quiero,

tan despistadas que se pierden por mi cuerpo.


Pero, ¿Por qué lavan tan mal el pelo? lo convierten en una maraña imposible de desenredar, llenan mis oídos de agua y mis ojos de jabón. Las manos que peor lavan el pelo del mundo.