sábado, 27 de octubre de 2007

Tá, ta, ta, tiriti tá

"El amor es una pantomima
canta conmigo continúa esta rima..."

Patri & Cía

Miro hacia atrás y me veo sentada en la antepenúltima fila, mirando por la ventana, sonándome las entrañillas porque llega el olor a tortilla de patatas, la futura tortilla de patatas que irá en mi bocadillo. Chicos y chicas escapando del jefe de estudios en plena carrera para salir a tomar un café al Sirimiri o unas cañitas al Loaissa. La seca de Pilar haciendo que da E.F en el patio porque hoy toca sacar balones y juego libre...

De fondo, la voz de mi profesor de griego, ataviado con una bufanda del Madrid (en plena primavera), dice algo sobre el rapto de una tal Perséfone, en fin... yo solo quiero que toque y salir a fumarme un cigarro.

Un año más tarde, la clase cambia de gente, caras extrañas, mucha desconfianza, desilusión, fracaso y sentimiento de culpabilidad. Un año tirado a la basura, rodeada de voces, pero sola.

Mirando de nuevo por la ventana, algo me llama la atención y no es el olor a tortilla, sino de nuevo la voz de Javi. Esta vez nos está contando cómo los espartanos abandonaban a sus hijos varones recién nacidos sobre el tejado de sus casas durante tres días y tres noches, solo sobrevivían aquellos que llegarían a ser buenos guerreros. Una historia escalofriante que comparto con alguna mirada de complicidad de un compañero de clase que a veces, me pasa el cuadernillo de inglés para que copie los ejercicios. Cuando toca, no quiero salir a fumar un cigarro, quiero seguir viajando a Grecia.

Hoy, Javi me susurra sus historias página tras página, todos los miércoles y jueves por la tarde en el salón de "mi casa", una historia que él mismo a creado a su antojo para que el gran Alejandro se topara cara a cara con los romanos(*) y, ¿el chico del cuadernillo de inglés?, no sé, creo que le he escuchado alguna vez por la radio, por lo visto trabaja en Mérida.

(*)Alejandro Magno y la águilas de Roma, Javier Negrete.

sábado, 20 de octubre de 2007

Natural

Va... viene... va... viene...

Como una ola que piensa llegar a la orilla y romper con fuerza, pero luego se arrepiente, llega sin hacer ruido, moja, acaricia y deja en la arena su espuma.

Sol brillante y cegador que tiñe las caras y los cuerpos de blanco, de azul, de amarillo, naranja, rojo...

Sonrisa tímida, sincera, desnuda y suave.

Pequeñas calas que se asoman al atardecer, firmes, turgentes, llenas de vitalidad. Espectactes y deseosas de contar lo que han visto. Lo hacen a través de la brisa.

Cine que se hace poesía, poesía que se vuelve pintura, pintura que pinta colores, colores de vida, colores de muerte, colores de ensueño, ¿De verdad o de mentira?

jueves, 11 de octubre de 2007

Poesías cantadas

“… La música la viste el corazón y la palabra, palabras que convierten el silencio en alegría…” De orilla a orilla, (El desván del duende).

“Si el mundo fuera de color de rosa, no sería azul el color del mar; no habría oro en tus cabellos, plata en la luna, ni en el agua cristal” (Rosario Flores).

“-Un día de estos te doy un susto y te pido, seria y formalmente que te cases conmigo.
- Ay, mi vida un día el susto te lo doy yo a ti, y si me preguntas, te respondo que sí”
Pequeña criatura, (Ismael Serrano).

”Que en sus brazos me sienta una niña pequeña, sonría, me mienta y se trague mis penas” Alguien que cuide de mí, (Cristina y los subterráneos).”

“El color de tus ojos, se adivina entre tu pelo, y yo los deseo más que ayer,y que la primera vez…
No preciso viajar lejos para hallar lo que deseo, si tropiezo en tu regazo...ya me basta, para tocar el cielo.”
Para tocar el cielo, (Tontxu)

“No me mires siendo como un golpe de viento caliente y frío, deshojas los claveles de mis suspiros, y siento deshacerme, con el fuego de tu aliento…como la nieve…” Mira que guapa me pongo, (Celia Flores)

“… de cinturón tus piernas cruzadas, en mi espalda un reloj, donde tus dedos son las manijas que dan cuerda a este motor…” La fuerza del corazón, (Alejandro Sanz)

“Lías tus miradas a mi falda por debajo de mi espalda y, digo yo, que mejor que el ojopongas la intención.” Lía, (Ana Belén y Víctor Manuel).

“Como los olivos sudan aceite, tu cuerpo resbala sobre mi piel” Como los olivos, (Bebe)

“De melocotón se inventó una historia el sol, para darle a tus mejillas su color” La chica del gorro azul, (La oreja de Van Gogh)

“Igual que el mosquito más tonto de la manada, yo sigo tu luz aunque me lleve a morir” Deseo de cosas imposibles(La oreja de Van Gogh)


“Tú, montada en mí. Yo, montura hostil. Tú, me abrazas con los pies y yo lamo el arnés.” (Mecano).

"Cae la noche llenita de estrellas, es como un chocolate con almendras; vagan pensamientos en el mar yo busco mi camino sin saber a dónde irá" Nube de pegatinas, (Delinqüentes).

"Nadie come como en casa si la que guisa es Mamá" San Pedro, (Revolver)

"Fue la luz, esa que robé dejando a oscuras tus deseos" Hababa Blues, (B.S.O.Habana Blues)

"No me arrepiento de perderme en tu cintura y revolcarme con tu cuerpo tapizado en un sillón para encontrar el ojo de tu cerradura, si el jardín de mi locura se perdió en tu camisón." No me arrepiento, (Coti)

"No seré una mujer perfecta, de las que volteas al ver pasar, no seré alta y maravillosa, pero sé que te puedo hacer feliz" No seré (Julieta Venegas).

"Si estoy debajo del vaivén de tus piernas, Si estoy hundido en un vaivén de caderas, esto es el cielo, mi cielo." Labios compartidos (Maná)

"Ay Torre, Torremolinos, campanas, campanas de San Miguel, hueles a albahaca y a vino, a barca de vela, a clavel" Torremolinos, (Isabel Pantoja)

"No pintarse la cara, no llevéis nunca disfraz, que a las flores les dé el agua...agüita fresca" Mis condiciones pajareras (Delinqüentes)

"Flores silvestres del campo y agua de laguna clara, así tengo comparados los colores de tu cara" Rosa María, (Camarón)

viernes, 5 de octubre de 2007

El Edén

Sin darse cuenta, les sorprendió el alba. Y digo sin darse cuenta porque estaban tan ocupados mirando el otro los ojos del uno y el uno los ojos del otro, que no veían más luz que la que irradiaban sus pupilas.

Con un frío estraño que les erizaba la piel, no provocado por la temperatura propia de cuando aún huele a azahar, sino producto del nerviosismo de verse por fin juntos.

No juntos como habían estado en miles de ocasiones y tardes de trivial, sino juntos. Rodeados de ojos y miradas indiscretas, pero solos.

Se miraban, se detenían en observarse las arrugas de la cara, los lunares, la comisura de los labios... como si no se hubieran visto nunca. Así se miraban.

No fue un beso, fue un deseo llavado a la práctica. Tantas noches habían soñado con ello, que el beso no fue sorpresa. Se besaron como si lo hubieran hecho toda la vida, disfrutando, explorando los rincones de la boca, cada milímetro de los labios... ahora se juntaban. Despacio y con calma. Se agarraban las manos.

No hablaban con palabras.

Anhelaban algo que nunca antes habían tenido, lo vivieron, lo exprimieron por si acaso, se desvanecía todo de repente.

El frío iba y venía en función del estado de conciencia. Cuando se fundían en uno sólo, no había tiempo de tiritar, pero al poner los pies en la tierra, se les helaba el alma.

Tras un bostezo de sol, llegó la realidad, y con la realidad, la despedida.




"Dos cuerpos que se desean, se buscan. Si no hay obstáculos insalvables que les impidan la proximidad, la vida se convierte en una fiesta de tactos y besos. Tocar no es sencillo. Hay quien asegura que se trata de un arte.

¿Quién sabe tocar la piel del otro con dedos lo bastante hábiles como para hacerlo estremecer?
La cuerda del violín se estira, el arco se tensa, la música surge, rotunda. Hay manos que acarician como si esparcieran perfumes. Se produce una eclosión de espuma.

El deseo se vuelve real cuando el otro es presencia concreta, palpable. Carne contra carne, dureza que se torna realidad en el envite."

María de la Pau Janer.
Las mujeres que hay en mí.

¿Se puede?

Tan, tan,
¿Quién es?
El otoño otra vez.
Y, ¿Qué quiere el otoño?
El frescor de tu sien.
No te lo quiero dar, te lo quiero quitar...

Tan, tan,
¿Quién es?
El otoño otra vez.

Federico García Lorca