martes, 27 de abril de 2010

Vacaciones de verano

Abril no quiere irse sin regalarnos antes un poquito de verano. Y el verano nos trae vacaciones.
Días largos para pasarlos tomando un Txacolí en Pamplona, para pasear por sus calles a la sombra del norte o disfrutar de la deliranza de los árbitros al son de unos "pasos".
Recibiremos a mayo abriendo el telón a la Gran Vía, el día 8 Madrid se volverá Chicago por unas horas, soñaremos despiertos, bailaremos dormidos.
Nuestra canción sonará 11 año después de la primera vez que la escuché. En mi antiguo cuarto mis posters adornaban las paredes y sonaba mi Wolkman. Ismael la cantará bajito el día 15 para nosotros, y aunque no lo haya hecho antes,esta vez, estoy segura de que lo hará.
El 26 me volveré loca, chillaré, perderé la razón, el cuerpo de una aolescente me invadirá cuando le vea. Él, el único, la razón de que ame la música, el flamenco y la poesía. Entraré en su paraíso, comeré su fruta prohibida y moriré en su veneno.
Dos días después, si resucito, tenemos una cita con el Lichis, que nos llene de Felicidad lo que queda de mayo, que nos cante con las entrañas su poesía de la calle. Con esto finalizaremos nuestro merecido mes de vacaciones.

lunes, 19 de abril de 2010

Mi día a día...

Conversación entre una de las cuidadoras del colegio (LOLA) y una de mis alumnas de tres años (MAIRA):

Maira: y ¿Dónde está tu mamá?

Lola: Uy, Maira, mi mamá no está aquí

Maira: Y ¿Dónde está?

Lola: Está en el cielo

Maira: Ah! se ha volado!

viernes, 16 de abril de 2010

Vuelve mi sol

Por fin un rayo de sol entre tanta nube.

Las gotas de lluvia que lloraban sobre mi ventana, parecen haberse sacado con el calor.

El mar está tranquilo, las olas se enredan en sí mismas, juegan, se olvidan de nadar.

El campo de color verde, verde esperanza, brillante y sereno está esperando a que le llenemos de abrazos.

Por fin vuelve el sol a llenar de luz la oscuridad de mis ojos, a llenar de paz los tuyos.

Derrite poco a poco mi sangre helada. Poco a poco, tiempo al tiempo.

domingo, 11 de abril de 2010

No me acostumbro


Maldito domingo, que te arranca de mi lado de mi cama.


Maldito domingo que me deja lágrimas para desyunar.


Cada vez se me hacen más cortos los viernes. Me sabe a poco nuestra siesta en el sofá, sorprenderte en la ducha, las cañas, las copas, las risas con los de siempre, contigo. El reloj de nuestra habitación tiene la mala costumbre de adelantarse cuando dormimos juntos.


Cada vez se me pasan más deprisa los sábados. Me sabe a poco comer contigo y ver como te ensucias el jersey recién planchado, los besos, los achuchones entre canasta y canasta, mirarte a los ojos y ver más luz que la del sol que nos depierta cuando mejor estamos.


Maldito domingo que no nos deja ver el cielo despejado y da un portazo dejándome sola al otro lado.

domingo, 4 de abril de 2010

Sin sol, sin sal, sin ti