domingo, 20 de septiembre de 2009

Empieza mi nueva vida sin cocina

Me levanto por la mañana, con los ojos pegados.

Dando tumbos por el pasillo, voy a la entradita, donde tengo el frigorífico. Cojo leche fría y voy a la despensa a por un vaso.

A tientas, avanzo por el pasillo hasta la habitación del fondo, donde residen mi cafetera y el microondas, caliento la leche y espero allí de pie observando las viejas estanterías del ikea.

Vuelvo por el pasillo hasta mi salón, me tomo mi nesquik calentito viendo "sensación de vivir".

Tras degustar mis ricas magdalenas con trocitos de chocolate del mercadona, voy derecha al baño de invitados a fregar mi vaso y mi cuchara. Allí están escurriendo sobre una toalla en el bidé.

3 comentarios:

Juan Carlos dijo...

Que maravillosas esas magdalenas, estén dónde estén, ya sea en la entrada, en el baño o en la cocina, que verás que bonita queda porque será VUESTRA cocina, elegida al gusto.

el secreto de la vainilla dijo...

mientras haya magdalenas... para qué quieres cocina?

Patricia dijo...

Pues eso digo yo, la pena es que creía que iba a estar a magdalenas una semana y la cosa se alarga... lo menos dos, se me va a poner una cara de bollo!!!