Me duele la espalda y el cuello, tengo calambres en las piernas , me tira la barriga y siento pinchazos en los ovarios. Tengo insomnio, mareos y desvanecimientos ocasionales, mi diafragma no tiene espacio y me cuesta respirar. Siento calor y sofocos, se me hinchan los pies, ando como Fraga y hago pis unas 20 veces al día. No puedo conducir porque el volante me da en la barriga, no puedo abrocharme sola las sandalias y no hablemos de la ardua tarea de cortarse las uñas de los pies. Estoy torpe, todo se me cae de las manos, he perdido mi centro de gravedad. Lloro sin motivo aparente y río estrepitosamente cuando algo me hace gracia. Toda la ropa que me cabe me da un look King África y no encuentro estar a gusto con nada.
Y encima no puedo comer jamón.
Sin embargo, he engordado 11 kilos y me siento más guapa que nunca. Disfruto de nuestras cómplices madrugadas jugando juntas. Noto tus pequeños pies agradeciendo el helado fresquito que me acabo de comer. Me divierte tu hipo, acaricio tu espalda y junto mi mano con la tuya. Te canto, te hablo, te pongo rumbas. Te sueño en mis brazos y sigo soñando.
Tu luz es la que da chispa a mis ojos, brillo a mi pelo y moreno a mi piel. Tu luz dará vida a nuestros deseos en aproximadamente un mes y por fin podré mirarte a los ojos. Te estamos esperando Candela.