domingo, 28 de junio de 2009

El cementerio de las palabras

¿A dónde irían a parar las palabras que no escribimos?

Contamos una historia y por cada frase que escribimos, algo no nos gusta, está mal expresado, o quizás no nos atrevemos a escribir, ¿a dónde irán a parar?

Ahora puedo ir a mis antiguas entradas, a las tuyas, leer correos guardados... pero esas pobres palabras que en un momento determinado borraste, que existieron unos segundos, o peor, minutos, creyeron que formarían parte del resultado final y ¡zasca! ni siquiera pasaron unos días por la papelera de reciclaje.

Quién sabe, igual esas palabras podrían haber descrito mejor lo que sentíamos, a podrían haber provocado la sonrisa de alguien, si me apuras, podrían haber enamorado a una persona lejana.

Nunca lo sabremos.

1 comentario:

Juan Carlos dijo...

Esas palabras van a un limbo especial de morfemas que se expresan con la mirada.

No se pierden, se quedan guardadas en un brillo, en un gesto, y se escuchan, se leen y se entienden sin ser pronunciadas, ni escritas, cuando os miráis a los ojos.